Una de las lecciones más importantes del estoicismo es la analogía del arquero de Cicerón que habla y explica de una forma inmejorable uno de los pilares del estoicos:
- Centrarse en las cosas que podemos controlar.
- Diferenciar las cosas que no dependen de nosotros.
La analogía del arquero
Si un arquero quiere alcanzar un objetivo con su flecha, tiene muchos elementos bajo su control:
¿Qué controla el arquero?
Controla por ejemplo:
- Cuantas horas practica, entrena y perfecciona su técnica
- Qué arco utiliza
- Y llegado el momento, cuánto tensa la cuerda y en qué dirección apunta su flecha.
¿Qué no controla el arquero?
Pero una vez la flecha deja su arco, no hay nada más que pueda hacer:
- Que la flecha alcance su objetivo depende ahora del destino
- Una ráfaga de viento o cualquier movimiento del objetivo alterará el resultado
Pero no es algo que deba preocupar al arquero, porque son elementos fuera de su control.
Aplica la analogía del arquero a tu vida
Recuerda esta analogía estoica en tu vida. Debes esforzarte en poner todo de tu parte para conseguir tus objetivos. Pero una vez hecho esto, el resultado no debe afectarte. Céntrate en las cosas que puedes controlar, y si quieres conocer más sobre la sabiduría estoica, aquí tienes un top de los 7 mejores libros de estoicismo en español.