– Aleksandr Solzhenitsyn

Para muchos es época de vacaciones, de desconexión, de descanso. Algo que parece que no abunda mucho dentro del camino del desarrollo personal. El exceso de trabajo literalmente puede matarte, de hecho en culturas como la japonesa tienen un término “karoshi” que literalmente significa muerte por trabajo, o “gwarosa” en coreano.

¿Eso es lo que has venido a hacer a la vida? ¿Ser una bestia de carga que colapsa y muere? Y no te confundas, sobrepasar nuestros propios límites te va a beneficiar en la mayoría de los casos. Pero todos necesitamos períodos de desconexión y descanso.

¿Sabías que la principal causa de lesiones de los atletas de élite no son las caídas o tropiezos? Son el exceso de ejercicio. Los lanzadores de béisbol se desgastan los brazos, los jugadores de baloncesto se atrofian las rodillas. Otros se cansan de la presión y horarios de más de 10 horas.

Michael Phelps terminó de forma prematura su carrera en la natación por culpa de la fatiga, entrenaba todos los días sin descanso, y pese a todas sus medallas de oro nunca más quiso meterse en una piscina. Lo dio todo, incluso su cordura y salud, con tal de romper récords, también rompió su vida.

Phelps volvió a nadar después de su colapso en 2012 porque estuvo dispuesto a reformular su enfoque de entrenamiento y abordarlo de una forma más equilibrada.

Ser un estoico y poner todo tu empeño en lo que haces es muy noble, pero la vida se parece más a una maratón que a un sprint. Esa es la diferencia entre seguridad en uno mismo y ego.

El trabajo es la causa por la que mueren los caballos. Todos deberían saberlo

Aleksandr Solzhenitsyn